El enfoque clásico de la fórmula: problema + solución = felicidad.
La fuerza realista o humorística se dramatiza con la esperanza de que el espectador piense: “Puedo verme a mí mismo en esa escena”.
El espectador debe observar el problema real y la recompensa debe ajustarse a ese problema. Como la solución de problemas es un formato útil en cualquier mensaje, siempre y cuando la solución sea creíble y posible.